#JorgeAmado : Elina Costantini abrió las puertas de Las Garzas, su paraíso esteño
La Top Model mostró el emprendimiento inmobiliario de su marido, Eduardo Costantini, cerca de José Ignacio, donde organizó un exclusivo desfile con los diseñadores más Tops.
Sabe que la vida es muy generosa con ella, está infinitamente agradecida… Pero no sorprendida. Como en una serie de varios capítulos, ella vio lo que le está sucediendo mucho antes en su mente, en su imaginación y en su universo onírico. Elina Costantini (31) tenía 6 años cuando, desde Las Catitas (localidad del Departamento Santa Rosa, Provincia de Mendoza), fantaseaba con desfilar en las pasarelas más Tops del mundo y enamorarse de un Príncipe Azul, que sea “El” amor de su vida, y emprender, crear, embarcarse en proyectos solidarios y hasta en convertirse en mamá.
Salvo por algunos capítulos “que todavía no se emitieron” (no se materializaron aunque se desean y se están buscando), todo ya los vio en su mente, concluido, con ella como protagonista feliz de las historias. Esta vez Elina recibe a CARAS en su calidad de Primera Dama del Imperio creado por su marido, Eduardo Costantini (75), Fundador y Presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), y uno de los empresarios más ricos de la Argentina (Desde 1991, dirige la firma de desarrollos inmobiliarios “Consultatio”, y tiene en su portfolio proyectos reconocidos como las urbanizaciones Nordelta; Puertos de Escobar; y los complejos Oceana en Key Biscayne y Bal Harbour, en la Florida, EE. UU).
La Top Model que en sus comienzos viajó a China para radicarse durante más de cinco meses en Shanghai, contratada por una agencia que le consiguió campañas en Hong Kong, Macao y Guangzhou. La misma que gracias al modelaje además viajó a Tailandia, y vivió en Nueva York, México y París, y que fue musa del recordado diseñador Jorge Ibáñez, conoció a Costantini en mayo de 2019. Se casaron por Civil en febrero de 2020. Elina, radiante en su versión 2022 que hace convivir a la modelo, con la emprendedora solidaria, nos abre las puertas al paraíso de Las Garzas (cuyo intendente y gran sostenedor es Santiago García), otro de los proyectos visionarios de su marido.
Se trata de un complejo que posee lotes de 2.700 m2 disponibles para viviendas y una exclusiva área de espacios comunes de 120 hectáreas. A solo 10 minutos de José Ignacio por la ruta interbalnearia 10 (a 50 minutos del Aeropuerto Internacional de Punta del Este por la ruta 9), a Las Garzas se accede a través del Puente sobre Laguna Garzón, obra icónica diseñada por Rafael Viñoly.
En el lugar se ofrece una gama de servicios y amenities como el Beach Club, piscina para adultos con jacuzzi, piscina para niños, sala de estar y restaurant, sala de masajes y sauna, Play Room para niños, Deck sobre la playa, gimnasio con vestuarios y canchas de tenis. El restaurant presenta una propuesta con productos de estación de una huerta orgánica propia y productores artesanales de la zona.
En ese paraíso uruguayo, Elina Costantini cumplió otro de sus sueños: presentó “Las Garzas Moda”, durante un glorioso atardecer del Departamento de Rocha. “Fue el primer desfile que organicé. Nunca pensé en estar en la producción, y la verdad es que Eduardo tuvo la visión de que iba a funcionar en ese rol. Este año cumplo 20 años en la Alta Costura, y siempre viví esta pasión como modelo. Ahora me animé a hacerlo en un rol más ejecutivo”, explica Elina quien actualmente trabaja en un proyecto para “resucitar” la Alta Costura en la Argentina y vincular los eventos fashion a la solidaridad y la ayuda social. Comenta que recién ahora pudo desenchufarse por la energía que le insumió la organización del desfile de Las Garzas.
“Al evento lo cubrieron más de 35 medios y se divulgó en 5 países. Los diseñadores que presentaron sus colecciones fueron los argentinos Laurencio Adot, Benito Fernández y María Gorof; y el uruguayo Gustavo “Tavo” García. Participaron 40 modelos: 35 uruguayas, 3 argentinas y 2 brasileñas. Fue un desafío en época de pandemia. Estaba planteado para el 4 de enero y ese día diluvió. Se reprogramó para el 5, y salió divino, pero tuvimos que hacer muchas cosas desde cero. Decoración, logística (trabajaron casi 200 personas), catering, música… Fue agotador pero un hermoso desafío”, agrega la mujer de Costantini, que destaca la enorme colaboración de su equipo de productoras compuesto por Verónica Cataldi y Carina Martínez.
Sueños cumplidos: ingresar a un mundo de poder, donde el emprendimiento siempre está al servicio de la calidad de vida, del arte, de la moda y la solidaridad. Esos son los regalos del Universo que Elina Costantini visualizó, y que uno a uno se fueron cumpliendo. Y en ese mapa providencial, como dijimos, la ayuda social como premisa tiene un lugar destacado.
“Siempre estuve vinculada a la solidaridad porque a cada país que iba hacía trabajos de beneficencia. En China, Tailandia, Chile, Nueva York, iba a comedores sociales a ayudar. La mitad de lo que me pagaban en las campañas se la donaba F a ellos. En la Argentina, íbamos con Jorge Ibáñez a desfiles por el interior y mi cachet lo donaba íntegro a alguna institución. Porque veíamos las necesidades que tenía la gente. Pensaba que si Dios me daba tanto trabajo también yo debía ayudar a las personas carenciadas. Y cuando conocí a Eduardo, que es un hombre muy solidario, nos unimos para seguir ayudando en Tigre y en Escobar”, afirma. Elina Costantini posa, frente a esos atardeceres mágicos que ofrece Uruguay y con la imponente propuesta de Las Garzas.
A pesar de tener en Buenos Aires a tres adorados perros (Bruno, Boris y Frida); y dos más en Punta del Este (un cimarrón uruguayo llamado Feliz, y su adorado pomeraña bautizado Gino, que es tan celoso que quiere estar todo el tiempo a upa); a pesar de eso, Elina pone mucho su atención en la granja que hay en Las Garzas. Allí hay patos, gallinas, conejos, avestruces, dos jabalíes, ovejas, caballos.
“Hace poco nacieron diez patitos. Los estamos cuidando un montón porque son súper frágiles”, especifica la Top Model que entrena con el sistema “Funcional”, y es fanática de la lectura. “Ahora estoy leyendo ‘Psicomagia’, de Alejandro Jodorowsky”, agrega.
El 22 de febrero, Elina y Eduardo cumplieron dos años de casados. Y el 3 de mayo celebrarán tres años desde que se enamoraron a primera vista. “La pareja está más afianzada que nunca, nos sentimos muy felices. Nos casamos y empezó la pandemia, y eso nos terminó fortaleciendo”, comenta ella, y a pesar de que el empresario tiene siete hijos, 21 nietos y varios bisnietos, la ilusión por tener un hijo entre ellos es infinita.
—Siguen buscando, no se dan por vencidos…
—-Seguimos esperando que Dios nos de esa oportunidad. Eduardo dice que está bien que yo sea tan religiosa, pero él desea ser padre ya este año. La idea es no poner tanto la energía en un Dios Creador sino en el poder de nosotros mismos, que es lo que hace que las cosas se den. Yo soy tan devota de Dios, de la Virgen, de los Santos, y él también. Me lo respeta. Pero apela más al poder que todos tenemos en nuestro interior. Sueña con ser padre de un hijo mío, porque repite una y otra vez que soy el gran amor de su vida.
—-¿Se sienten presionados por el paso del tiempo?
—-Eduardo sueña con que quedemos “embarazados” lo más pronto posible porque es verdad que el tiempo pasa muy rápido. El tuvo tantos hijos, y su madre tuvo trece. Todos sus hermanos también tienen muchos hijos. Por eso se sabe que él es un hombre súper fértil, pero hay momentos para todo. Creo que Dios decide, ni antes ni después, justo cuando debe ser.
—-Usted tiene 31 y él 75…
—-¡No le tenemos miedo a la edad! Soy súper joven y él es muy fértil. Yo me hago los estudios todos los años, por chequeos, y está todo más que bien. Seguramente Eduardo es más fértil que yo (Risas). Si viene el bebé este año o cuando llegue, es porque será el momento justo. Yo ahora estoy trabajando muchísimo, y él está a full con sus proyectos inmobiliarios en el exterior.
¿Te cuento algo? —¡¿Qué?! —
—Eduardo soñó que son dos almas que están viajando, dando vueltas en el Universo, y van a bajar cuando sea el instante justo. El está como loco, ¡quiere ser padre ya! Si por él fuera, ya tendría mellizos. El soñó con que van a ser dos bebés…
—Ese capítulo que todavía “no se emitió”, con esa visualización que aún no se materializó… Ese sueño de ser madre de un hijo del gran amor de su vida… ¿Cómo se ve siendo mamá?
—No sé cómo seré como madre, el día de mañana me juzgará mi bebé (Risas). Pero creo que voy a ser una súper mamá, por cómo soy con los niños. Tengo tanta sensibilidad por chicos que no son mis hijos, que cuando tenga los míos voy a ser una madre insoportable, de cariñosa. Cuando sea mamá voy a ser más que sensible y muy cargosa. ¡Como somos con Eduardo entre nosotros! ¡Somos insoportables! Estamos todo el tiempo haciéndonos mimos y diciéndonos cosas hermosas. Hay amigos que nos cargan. Nos dicen que tendríamos que hacer un reality con nuestra relación (Más Risas). Pero bueno, sabemos que el verdadero poder lo tenemos nosotros mismos, como seres humanos, en nuestro interior. Todo lo que queremos y todas las respuestas, las podemos encontrar en nosotros mismos.